martes, 23 de noviembre de 2010

CARTAS




"...montones de crisálidas salían del letargo,

entraban en mi armario, devoraban los guantes de lana..."








CARTAS



Llegaban cartas tuyas, cartas de janucá, de cumpleaños, llenas de colores y en blanco y negro. Llegaban e-mails pero eso era algo común, no como recibir tus cartas.
Llegaban tus mensajes desde el país del norte cuando no estabas. A veces estabas tan lejos que me enfermaba, algunas otras veces tan cerca que respiraba de vos.
Tengo guardados conejos, bufandas, libros, rosas, guantes, medallas, música instrumental, dioses de la india con sus enormes ojos, margaritas cayendo del cielo y el sol, enorme, aquel sol, este sol… éste es el mejor, el mas apropiado -¿Te gusta? – te preguntaba.

Hablábamos de muchas cosas, todo el tiempo. Hablábamos de mascotas muertas, de mariposas, de morgues, de escritores amigos, de poetas muertos, de cine, de mujeres, de Kate Moss, de Victoria Abril, de rock & roll, de Patti Smith, hablábamos de amor y nos besábamos de mil maneras.
Hablábamos de perros, de fiestas llenas de luces, de cómo fue eso de crecer en los años 90, de recuerdos del futuro, de locos, de libros, de poemas.

Te conté acerca de las flores que habitaron mi niñez, de cuando me caí de culo arriba de un cactus, de la vez que me precipité sin escalas a un arrollo de agua sucia y salí repleto de algas asquerosas, de mis amores antiguos, entre otras caídas.
Me contabas cuentos antes de ir a dormir, me enseñabas palabras en idiomas milenarios, me regalabas libros, me acariciabas, me hacías tuyo…

todo el tiempo.












*Escrito por Charlie, parte de "Una vez, en Lejos".









Charlie
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lunes, 8 de noviembre de 2010

MIRADA



“... Yo que no puedo estar siempre a su lado

yo, que en su sangre voy…



… Es mejor la soledad, que estar preso de verdad…”





Retro (me corte el pelo :P)







MIRADA
(Los lunes llueve)


Los árboles
eran manos de monstruos gigantes
volviendo a la vida, desde las profundidades de la tierra,
las flores, sapos,
y los colores del prado transmutaron en polvo
¡Ya no mas viajes al cielo!
¡Ni al centro del universo!
Deben reposar mis ojos.

¡Odio tantas cosas!
El odio se me acostumbro
y se pone a descansar,
recostándose sobre mi hombro.

No para de morirse el amor
y no para de llover
¿Y que voy a hacer?
Nací con ojos de poeta,
con ese tinte de amargura
con esa inclinación, con esa languidez de mis párpados

¡¿Y que voy a hacer?! Es inevitable esta mirada
repleta de lluvia, de hiedras mojadas

Sigue lloviendo, tanto
porque, de a poco, me voy despidiendo
me voy despertando

esto no es algo nuevo, ya lo viví
y, de a poco,
voy olvidando.

Y sigue lloviendo,
porque los lunes llueve.






Charlie

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