PLATEADO

Plateado


Luz azul, no fueron tus ojos ni los mios
el cielo azul nos va a esperar
había un mar
demasiado oscuro para ser mar
niebla de sal, gaviotas que no saben
que todavía no amanece
y las olas de tanto estallar se perdieron en la noche
y en las luces de la ciudad.
Árboles niños nos miraron pasar
a ellos no se les ocurría tener frío
pero a tus manos si.
Llovió mas que nunca y siempre
¡Nunca mas te sigo!
No puedo enumerar la cantidad
de locuras me hiciste pronunciar
¡¡¿Dónde carajos va la gente cuando llueve?!!
Dijiste furiosa evocando la canción de Pedro y Pablo
y me hiciste reír
y, entonces, nos escondimos
de los factores climáticos
bajo una gran piedra-techo del acantilado
y frente a nuestros ojos una cortina de plantas
de esas que crecen cerca del mar
la naturaleza nos resguardaba,
sobre dosis de chocolate para seguir riéndonos
un poco mas.

Amanecía
de plata
la niebla pintó, gritó
todo del mismo color
el suelo de baldosas blancas-grises,
los faroles antiguos de metal, de nieve
el mar, el cielo
se mezclaban
hacía mucho frío
porque es difícil escapar del invierno,
agua en las zapatillas,
ya no puedo hablar de tanto hablar
ya no puedo hablar de tanto reír.

El mar y la noche, estrellas de luz, estrellas de sal
pensé en sus grillos
siempre pensé en sus estrellas.

Plateado el mar
plateado vos
me tenés tan atrapado, en amarillos
en azul, en turquesas, en celestes,
en escalas de grises
en los colores del tiempo
y el cielo

y había gaviotas
y hadas de fuego
y de agua

y yo no podía dejar de nombrarte
con cada mirada destinada
a aquel paisaje marfil
que me rodeaba.








Charlie.